CONDENADO MAX

A los teatreros
MAX: ¡Latino!
DON LATINO: ¿Qué antojas? ¡Deja la mueca!
MAX: ¡Si Collet estuviese despierta!... Ponme en pie para darle una voz.
DON LATINO: No llega tu voz a ese quinto cielo.
MAX: ¡Collet! ¡Me estoy aburriendo!
DON LATINO: No olvides al compañero.
MAX: Latino, me parece que recobro la vista. ¿Pero cómo hemos venido a este entierro? ¡Esa apoteosis es de París! ¡Estamos en el entierro de Víctor Hugo! ¿Oye, Latino, pero cómo vamos nosotros presidiendo?
DON LATINO: No te alucines, Max.
MAX: Es incomprensible cómo veo.
DON LATINO: Ya sabes que has tenido esa misma ilusión otras veces.
MAX: ¿A quién enterramos, Latino?
DON LATINO: Es un secreto que debemos ignorar.
MAX: ¡Cómo brilla el sol en las carrozas!
DON LATINO: Max, si todo cuanto dices no fuese una broma, tendría una significación teosófica... En un entierro presidido por mí, yo debo ser el muerto... Pero por esas coronas, me inclino a pensar que el muerto eres tú.
MAX: Voy a complacerte. Para quitarte el miedo del augurio, me acuesto a la espera. ¡Yo soy el muerto! ¿Qué dirá mañana esa canalla de los periódicos?, se preguntaba el paria catalán.
MÁXIMO ESTRELLA se tiende en el umbral de su puerta. Cruza la costanilla un perro golfo que corre en zigzag. En el centro, encoge la pata y se orina. El ojo legañoso, como un poeta, levantado al azul de la última estrella.
MAX: Latino, entona el gori-gori.
DON LATINO: Si continúas con esa broma macabra, te abandono.
MAX: Yo soy el que se va para siempre.
DON LATINO: Incorpórate, Max. Vamos a caminar.
MAX: Estoy muerto.
DON LATINO: ¡Que me estás asustando! Max, vamos a caminar. Incorpórate, ¡no tuerzas la boca, condenado! ¡Max! ¡Max! ¡Condenado, responde!
MAX: Los muertos no hablan.
DON LATINO: Definitivamente, te dejo.
MAX: ¡Buenas noches!

DON LATINO DE HISPALIS se sopla los dedos arrecidos y camina unos pasos encorvándose bajo su carrik pingón, orlado de cascarrias. Con una tos gruñona retorna al lado de MAX ESTRELLA. Procura incorporarle hablándole a la oreja.

DON LATINO: Max, estás completamente borracho y sería un crimen dejarte la cartera encima, para que te la roben. Max, me llevo tu cartera y te la devolveré mañana.
Ramón del Valle-Inclán
Luces de Bohemia

1 comentarios:

Drakke dijo...

Que bonito Luces de Bohemia