JOURNA-LISTOS

El calamar se parece al periodista en dos cosas fundamentales: en que puede tomar a voluntad el color que más le convenga y e que se defiende con la tinta. Cuando se siente descubierto, y entonces es cuando echa mano de la estilográfica, instantáneamente se disuelve en el agua un gran chorro de tinta. ¿Qué nos dice en aquel mensaje el calamar? No se ve nada. No se entiende nada. Para evadir nuestra persecución, el calamar ha lanzado el rostro un largo artículo de fondo y se ha escabullido. Dos, tres, cuatro columnas de negra prosa flotan por un instante en el líquido elemento, y o no hay opinión en el fondo de los mares, o esta opinión debe de conmoverse poco. ¡Dichoso calamar que puedes escribir lo que se te antoje sin tener que entendértelas con la previa censura! Feliz compañero en la prensa submarina.
Julio Camba
Sobre el calamar

LA CAJA TONTA


El alma humana es una caja de donde siempre puede saltar un payaso haciéndonos mofas y sacándonos la lengua, pero hay ocasiones en que ese mismo payaso se limita a mirarnos por encima del borde de la caja, y si ve que, por accidente, estamos procediendo según lo que es justo y honesto, asiente aprobadoramente con la cabeza y desaparece pensando que todavía no somos un caso perdido.
José Saramago
El hombre duplicado