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INCOMUNICADO

Si volviera a nacer,
si empezara de nuevo,
volvería a buscarte en mi nave del tiempo,
es el destino quien nos lleva y nos guía,
nos separa y nos une a través de la vida.
Nos dijimos adiós, pasaron los años
volvimos a vernos una noche de sábado,
otro país, otra ciudad, otra vida,
pero la misma mirada felina,
a veces te mataría y otras en cambio te quiero comer,
ojillos de agua marina.
Cómo hablar,
si cada parte de mi mente es tuya,
y si no encuentra la palabra exacta,
cómo hablar,
cómo decirte
que me has ganado poquito a poco,
tú que llegaste por casualidad,
cómo hablar.
Como un pájaro de fuego que se muere en tus manos,
un trozo de hielo deshecho en los labios,
la radio sigue sonando, la guerra ha acabó
pero las ojeras no se han apagado aún
Cómo hablar,
si cada parte de mi mente es tuya,
y si no encuentra la palabra exacta,
cómo hablar,
cómo decirte
que me has ganado poquito a poco,
tu que llegaste por casualidad,
cómo hablar.
A veces te mataría y otras en cambio te quiero comer,
me estas quitando la vida,
Cómo hablar,
si cada parte de mi mente es tuya
y si no encuentra la palabra exacta
cómo hablar.
Antonio Vega
Cómo hablar

CRE CIMIENTO

Tenía diez años y un gato
peludo, funámbulo y necio,
que me esperaba en los alambres del patio
a la vuelta del colegio.

Tenía un balcón con albahaca
y un ejército de botones
y un tren con vagones de lata
roto entre dos estaciones.

Tenía un cielo azul y un jardín de adoquines
y una historia a quemar temblándome en la piel.
Era un bello jinete
sobre mi patinete,
burlando cada esquina
como una golondrina,
sin nada que olvidar
porque ayer aprendí a volar,
perdiendo el tiempo de cara al mar.

Tenía una casa sombría,
que madre vistió de ternura,
y una almohada que hablaba y sabía
de mi ambición de ser cura.

Tenía un canario amarillo
que sólo trinaba su pena
oyendo algún viejo organillo
o mi radio de galena.

Y en julio, en Aragón, tenía un pueblecillo,
una acequia, un establo y unas ruinas al sol.
Al viento los ombligos,
volaban cuatro amigos,
picados de viruela
y huérfanos de escuela,
robando uva y maíz,
chupando caña y regaliz.
Creo que entonces yo era feliz.

Tenía cuatro sacramentos
y un ángel de la guarda amigo
y un "Paris-Hollywood" prestado y mugriento
escondido entre mis libros.

Tenía una novia morena,
que abrió a la luna mis sentidos
jugando los juegos prohibidos
a la sombra de una higuera.

Crucé por la niñez imitando a mi hermano.
Descerrajando el viento y apedreando al sol.
Mi madre crió canas
pespunteando pijamas,
mi padre se hizo viejo
sin mirarse al espejo,
y mi hermano se fue
de casa, por primera vez.
Y ¿dónde, dónde fue mi niñez?
Joan Manuel Serrat
Niñez

TIRITAS

Donde nos llevó la imaginación, donde con los ojos cerrados se divisan infinitos campos, donde se creó la primera luz junto a la semilla de cielo azul, volveré a ese lugar donde nací. De sol, espiga y deseo son sus manos en mi pelo, de nieve, huracán y abismos, el sitio de mi recreo. Viento que a su murmullo parece hablar mueve el mundo con gracia, la ves bailar y con él, el escenario de mi hogar. Mar, bandeja de plata, mar infernal es su temperamento natural, poco o nada cuesta ser uno más. De sol, espeiga y deseo... Silencio, brisa y cordura dan aliento a mi locura, hay nieve, hay fuego, hay deseo, ahí donde me recreo.
Antonio Vega
El sitio de mi recreo