Si yo fuera cineasta me dedicaría a cazar crepúsculos (…) Por experiencia y reloj de pulsera sé que un buen crepúsculo no va más allá de veinte minutos entre el clímax y el anticlímax, dos cosas que eliminaría para dejar tan solo su lento juego interno, su calidoscopio de perceptible mutaciones; se tendría así una película de esas que llaman documentales y que se pasan antes de Brigitte Bardot mientras la gente se va acomodando y mira la pantalla como si todavía estuviera en el ómnibus o en el subte. Mi película tendría una leyenda impresa (acaso una voz en off) dentro de estas líneas: “lo que va a verse es el crepúsculo del 7 de junio de 1976, filmado en X con película M y con cámara fija, sin interrupción durante Z minutos”. El público queda informado de que fuera del crepúsculo no sucede absolutamente nada, con lo cual se le aconseja proceder como si estuviera en su casa y hacer lo que se le dé la gana; por ejemplo, mirar el crepúsculo, darle la espalda, hablar con los demás, pasearse, etcétera. La mentamos no poder sugerirle que fume, cosa siempre tan hermosa a la hora del crepúsculo (…)
Julio Cortázar
Cuentos completos/2
0 comentarios:
Publicar un comentario